La marcha del silencio es una movilización pública que desde 1995 se realiza todos los 20 de mayo en todo el país. La fecha es en conmemoración de los asesinatos del senador del Frente Amplio Zelmar Michellini, el diputado nacionalista Héctor Gutiérrez Ruiz, Rosario Barredo y William Whitelaw. Es organizada por el grupo Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y otras organizaciones vinculadas a la defensa de los derechos humanos, donde el objetivo principal es marchar para generar presión social en respuesta y justicia por las desapariciones y asesinatos cometidos en la dictadura cívico militar (1973- 1985), en el marco del Plan Cóndor.
El mismo día temprano en la mañana el colectivo local que se organiza todos los años la marcha, se encontraban en distintos puntos de la ciudad realizando intervenciones, colocando margaritas, fotos y pancartas con la pregunta que nos hacemos todos ¿dónde están?
En esta oportunidad se comenzó la marcha desde el Espacio Carlos Alfredo con destino a la plaza principal Tomas Berreta. En comparación con años anteriores la convocatoria fue buena, donde sin distinción de edades encontrábamos adultos mayores, jóvenes y hasta pequeños.
Durante todo el trayecto de la marcha algo que me sorprendió fue ver a los niños y las niñas respetar el espacio sin hacer ningún tipo de ruido. Cada persona llevaba en sus manos una foto de alguno de los desaparecidos y también una vela que iba a ser utilizada al llegar a la plaza.
Durante la marcha algunas personas lloraban, otras se unían en el trayecto para acompañar, siempre en un clima de respeto. Al llegar al centro de la plaza cada uno fue colocando en el piso una vela que en el conjunto formaban la margarita y en el fondo gritando “PRESENTE” por cada uno de los desparecidos.
Si bien se realiza todos los años, con la intención es visibilizar pero también ejercer presión social en el aparato estatal para poder encontrarlos a todos.
En ese silencio hay mucho ruido en las mentes, pensando en qué hicieron, dónde están y sobre todas las cosas porqué después de 40 años del retorno a la democracia no hay ninguna respuesta. Porque algunos se saben donde están, y cuánto más silencio se guarda más nos alejamos de la verdad y la justicia.